Memorias de un Sofá

Puedo recordar que el sofá de la casa de Candela era cómodo. Estaba nuevo, de color blanco inmaculado, con asientos amplios, y muy acogedor. Era un piso de estudiantes. En el de mi casa, en cambio, te hundías. Estaba destartalado y crujía cada vez que te sentabas. Javi saltaba por encima, y Pablo, y yo también. Era nuestro sofá, y nunca nos planteamos cambiarlo. También era un piso de estudiantes. Si aquel sofá tiene memoria, conoce muchas historias, muchos momentos allí acumulados.
El sofá de casa de Alex es de última generación. Le ayudé a meterlo en su casa, y lo conseguimos por poco, por centímetros. Tiene dos piezas, y abarca mucho. Es azul y enorme, igualmente confortable. No es un piso de estudiantes, pero yo si lo soy. Estudiante.
El de mi casa está allí desde siempre, y he pasado mucho tiempo con él. Es un poco duro, pero bueno...Se está bien. Desde allí grité el gol de Koeman, y también el de Señor. Yo soy estudiante.